cambio ahora que mal te va, y la soledad se hizo duena de tus besos y terminamos odiandonos. No necesito que me digas que me quieres tampoco que me diygas que
ahora que mal te va, y la soledad se hizo duena de tus besos y terminamos odiandonos. No necesito que me digas que me quieres tampoco que me diygas que